Mi nombre es Edith Escoto de Avendaño y les vengo a compartir mi historia con la fundación y con la adopción de mis dos bebes.
Conocí a la presidenta de la fundación a la Señora Celea Rodriguez por casualidad en una visita a la veterinaria, cuando aguardaba turno para que atendieran a mi perrito. Ella se nos acercó para preguntarnos por la salud de él y se comportó de una manera muy amorosa y cariñosa con mi perrito , me sorprendió mucho pues es muy difícil encontrar a personas con tanto amor para los animalitos en estos tiempos, en ese momento no me comentó que era la presidenta de una fundación de rescate de animales pero jamás olvidé ese rostro tan amoroso. Un año después vi en redes sociales un evento que tenía la fundación al cual asistí y mi sorpresa fue cuando vi el Rostro de Celea y ambas nos reconocimos y ella me comentó que era la presidenta de la fundación y me comenzó a mencionar todas las labores que realizaban en pro de ayudar a los animalitos en condición de calle y abandono, quedé fascinada con el trabajo de la fundación y desde ese momento comencé a colaborar con la fundación más de cerca.
Un día 23 de Junio del año 2,015 llega afuera de mi casa un perrito en condiciones muy lamentables, con problemas de piel, desnutrición y con su pelo hecho nudos, era un perro de raza terrier ya que la realidad en nuestro país es que perros mestizos y de raza son maltratados por igual, asi que me puse en contacto con la fundación para que me apoyaran con el rescate, a lo cual inmediatamente me dieron el si, la idea inicial fue que yo le ofrecería casa cuna y pagaría sus gastos y la fundación me apoyaría con los descuentos, asesorarme como cuidarlo y a conseguirle un hogar cuando ya estuviera listo, de esa manera llegó Terry a nuestras vidas sin saber que en todo el proceso de casa cuna él nos robaría el corazón a tal punto que no pudimos dejarlo ir llegado el momento y decidimos hacerlo parte permanente de nuestra familia, el llegó a llenar nuestro hogar de mucho amor, sus travesuras y su energía nos llenaron de vida en una casa a donde solo adultos vivían (incluido un perrito ya anciano) al cual Terry le inyectó energía, luego en septiembre del año 2,017 (dos años después) la historia se repite y llega afuera de nuestra casa una perrita mestiza en condiciones muy lamentables con problemas de piel, no ladraba, casi no podía caminar, desnutrida, llena de garrapatas, y volvimos a solicitar ayuda a la fundación y el proceso fué el mismo, fuimos su casa cuna y la fundación nos ayudó durante todo el proceso, la nombramos Negrita, cuando ya estuvo lista para darla en adopción, por ser mestiza no salían adoptantes fácilmente para ella, la realidad es que en nuestra sociedad los mestizos son muy discriminados y no saben de lo que se pierden pues nuestra negrita es la perrita mas noble, agradecida y amorosa que hay y no menos hermosa que Terry que es de raza terrier, cada perrito es único en su ser y cada perrito es especial y hermoso ante los ojos de Dios, así que al ver que nuestra negrita no era adoptada fácilmente, decidimos quedarnos también con ella y no tienen idea lo feliz que nos hacen nuestros niños porque para nosotros eso son unos niños, son los que llenan de alegría nuestro hogar, son los que siempre nos reciben con ese amor que solo ellos pueden dar.
Ahora que vemos atrás y nos damos cuenta la segunda oportunidad que les dimos es algo mágico, maravilloso y sabemos que Dios estuvo allí en cada momento del proceso, yo los ánimo a adoptar es una experiencia única que les cambiará la vida para bien a ambas partes y es una bendición muy grande en nuestras vidas, no se van a arrepentir, solo necesitan amarlos y cuidarlos y a cambio recibiran el amor mas puro, fiel y verdadero.
Ahora que vemos atrás y nos damos cuenta la segunda oportunidad que les dimos es algo mágico, maravilloso y sabemos que Dios estuvo allí en cada momento del proceso
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